REMEMBRANZA POLÍTICA

Por: Omar Arias

El 2 de enero de 1871, habitantes de la Ciudad de México, Gobernadores, Diputados y Funcionarios de Gobierno, vieron a un Benito Pablo Juárez García abatido triste de capa caída, ni la Intervención Francesa ni la muerte de sus hijos lo habían tumbado tanto de ánimo, como la muerte de la fiel compañera y amiga Margarita Maza de Juárez, Margarita falleció en Palacio Nacional rodeada de sus hijos y del Presidente Juárez quien cerró los ojos de la Primera Dama, Margarita y Benito solamente disfrutaron de relativa tranquilidad desde 1867 cuando se dieron los primeros pasos de la República Restaurada, desde 1843 a 1867 durante 24 años de matrimonio Margarita vivió itinerante por todo el país y el extranjero, Juárez desde sus años mozos se declaró enemigo jurado del Presidente Antonio López de Santa Anna, por eso Margarita vivió en el exilio para proteger a los pupilos.

Los viajes eran cansados México no era el país de carreteras panamericanas ni puentes, ni casetas de cobro, las carretelas jaladas a caballo duraban días y meses de camino para llegar al destino, el tren solamente funcionaba vía Veracruz-México, vivía la sociedad incomunicada con esperanza de recibir el famoso tiqui tiqui (el telégrafo) y cartas de sus familiares lejanos, Juárez recibía desgracia tras desgracia al informarle su esposa la muerte de sus hijos más  pequeños, Margarita fue considerada por propios y extraños como una mujer fuerte que supo sobrellevar los golpes de la invasión.

Benito Juárez desde ese enero de 1871 no fue el mismo, el gabinete se le desmoronaba, muchos pidieron licencia para competir en las elecciones presidenciales de ese año, Sebastián Lerdo de Tejada su principal colaborador Secretario de Relaciones Exteriores lo enfrentó en las elecciones de julio, el mismísimo General Porfirio Díaz Morí se presentaba de nuevo como candidato presidencial, al final de cuentas los mexicanos por mayoría de votos decidieron reelegir a Benito Pablo Juárez García para el periodo 1872-1876, sin embargo la mayoría que otorgó el pueblo mexicano no era la mayoría calificada establecida en la constitución de 1857 pero el Congreso de la Unión ratificó la decisión de los mexicanos, pero la vox populi de la época vociferaba que esa elección el Presidente Juárez la había ganado amordazando a los diputados con $4,000 pesos por cabeza.

Juárez logró su objetivo se reeligió, Sebastián Lerdo de Tejada fue nombrado Presidente de la Suprema Corte, mientras tanto Porfirio Díaz se la llevo a salto de mata desconociendo al régimen presidencial, Benito Juárez años atrás vio mermada su salud por fuertes dolores que empezaron a hacer mella en su corazón, la enfermedad se agravó a partir del 8 de julio de 1872, Ignacio Alvarado el doctor de cabecera del presidente Juárez anunció el futuro desenlace del presidente en cuestión de horas, sin embargo el presidente vivió 8 días más, todavía del 10 al 17 de julio recibió a colaboradores y amigos vaciló con ellos y encomendó a su yerno Pedro Santacilia vigilar siempre a la familia, en particular del joven Benito Juárez Maza que estaba cursando leyes.

El presidente Juárez desde el 17 de Julio a las 23:00 pm empezó agonizar, a gritos llamaba a la fiel Margarita, hacia señas Benito Juárez y a Camilo su antiguo secretario particular indígena nativo de Oaxaca el cual no disimulaba dolor alguno, Camilo tocaba el corazón de su patrón queriéndolo salvar, el Doctor Alvarado en más de una ocasión echo al cuerpo del presidente cubetas de agua hirviendo para hacer latir el corazón pero la escena era de impotencia, el Presidente también dedicó sus últimos minutos al buen chico Porfirio, el cual huía por la sierra nayarita en busca de armamento y apoyo militar de Manuel Lozada, Juárez cerró los ojos la madrugada del 18 de Julio de 1872, acto seguido Pedro Santacilia yerno presidencial y demás funcionarios prosiguieron a preparar los funerales de Estado.

Los funerales de Benito Juárez fueron pomposos y llenos de emotividad, personas de todas las clases entraron a la capilla ardiente ubicada en el Salón Embajadores de Palacio Nacional, coronas van y coronas vienen, todo el rigor del funeral se sigue según la constitución, Juárez no tuvo tiempo de dictar funerales austeros, del 18 al 23 de Julio desfilaron muchos mexicanos ante el cuerpo que estaba a la luz pública, los secretarios de Estado del Gabinete Liberal se preparaban para caminar de Palacio al Panteón de San Fernando donde descansan desde entonces los generales y abogados del siglo XIX.

El pueblo fiel a su presidente marchó detrás de la carroza fúnebre, al mismo tiempo que se vio la escena de Concepción Lombardo viuda de Miramón desenterrando el cuerpo de su esposo el General Miguel Miramón, Miramón murió junto con Maximiliano y Tomás Mejía en el cerro de las campanas, desde entonces la descendencia del general Miramón agarró odio al Presidente Juárez, al enterarse Conchita Lombardo de que Juárez sería sepultado en San Fernando de inmediato dispuso cuanto tenía para sacar los restos de su esposo.

Así las cosas Juárez murió rodeado de los suyos y despedido por México, Antonio López de Santa Anna murió en su casa del Distrito Federal, en la más fuerte austeridad dando órdenes a sus soldados que cuidaban Palacio Nacional, Sebastián Lerdo de Tejada falleció en Nueva York en 1889, el general José de la Cruz Porfirio Díaz Morí murió implorando a Oaxaca en el exilio parisino rodeado de su hijo Porfirio Díaz Ortega y su amada Carmelita el 2 de julio de 1915, Francisco I Madero terminó asesinado por las huestes traidoras del borracho Huerta el 22 de febrero de 1913, desde Madero a Obregón la mayoría de los Presidentes de México murieron asesinados todos ellos fueron despedidos con bombo y platillo, Victoriano Huerta murió alcoholizado en la cárcel de Brownsville Texas en 1916.

En México no se tiene memoria del despido eterno de sus presidentes, Calles falleció el 19 de Octubre de 1945, a sus funerales solamente acudieron generales, gobernadores callistas y expresidentes, la muerte de Ávila Camacho ocurrió en 1955 rodeado de los generales Cárdenas y demás expresidentes, hasta 1969 México registró el penúltimo adiós apoteótico que se le daría a un Presidente Mexicano, Adolfo López Mateos recibió un homenaje en el Senado de la República fue llevado al Panteón Francés rodeado de los campesinos, ferrocarrileros y maestros, Lázaro Cárdenas del Río fue despedido por 70,000 almas en el Monumento a la Revolución a su funeral acudieron altos mandos del ejército, gobernadores, senadores, diputados, campesinos y sindicalistas las dianas tocaron y el General al igual que López Mateos recibió homenaje de cuerpo presente en el Senado de la República.

Las muertes de Adolfo Ruíz Cortines, Pascual Ortiz Rubio, Emilio Portes Gíl y Miguel Alemán Valdez pasaron de noche, solamente la presidencia de la República se hizo presente, la muerte de Gustavo Díaz Ordaz ocurrida en octubre de 1979 causó furor y alegría en el pueblo mexicano, los expresidentes de México que mueren actualmente se van en el olvido histórico, México es un país que no hace homenaje alguno a sus presidentes que actuaron como malvados particularmente desde 1970 a la fecha, los mexicanos se alegran de enterrar a un exmandatario porque dejaran de mantenerlo con un costo según datos de $205,000 pesos al mes.

México seguro se alegrará de dar el último adiós a muchos de ellos como: Echeverría, Salinas, Zedillo, Fox y Calderón, el adiós a Miguel de la Madrid fue sobrio pero solemne desde la muerte del Presidente electo Álvaro Obregón Salido ningún mandatario fue recibido en Palacio Nacional hasta la muerte de De la Madrid ocurrida en el año 2012. José López Portillo en 2004 fue despedido en el Panteón Militar de la Sedena, el gobierno de Vicente Fox no hizo referencia alguna en ello, López Portillo murió en medio del pleito familiar de su viuda y sus hijos mayores.

Así es el final de los que han gobernado, acaso nuestro país tendrá presidentes con más buena voluntad que los actuales para ser despedidos con honores, acaso los expresidentes no piensan en el final cuando gobiernan, la historia y el pueblo mexicano siempre cobran factura y lo peor de todo es que lo cobran con un valor muy feo llamado olvido.

PD: México en los últimos 40 años no despidió de manera apoteótica a sus expresidentes, pero los obreros si despidieron de ese modo a Fidel Velázquez Sánchez el Eterno Líder de la CTM, el 21 de Junio de 1997.

 

 

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