Villa Unión, Mazatlán, Sin.- Hay que darle a Sinaloa un gobierno con rostro humano, sensible y que le duela la pobreza, y el Partido Acción Nacional será el instrumento que frene el abuso del gobernador del estado y de los presidentes municipales priistas, que con cinismo están desviando los recursos públicos a la campaña del candidato de Peña Nieto, dijo el candidato del PAN a la gubernatura de Sinaloa, Martín Heredia, al sostener una reunión multitudinaria en la plazuela de Villa Unión.
En el ánimo de los panistas ya está el olor a triunfo, sentenció el candidato al gobierno del estado, quien aseguró que el priismo se encuentra desesperado y cometiendo múltiples errores, como lo demuestra la llamada telefónica sostenida entre el alcalde de Culiacán, Sergio Torres y el candidato de Peña Nieto, donde con todo cinismo hablan de desviar el presupuesto público para comunidades y sindicaturas para apoyar al candidato oficial constituyendo así un delito electoral.
Acompañado por el candidato a la alcaldía de Mazatlán, Salvador Reynosa, Martín Heredia agregó que los sinaloenses ya no aceptan más bribones en el gobierno, que sin escrúpulos contribuyen con recursos públicos a los gastos excesivos de campaña del candidato del PRI, pero esta situación no puede prolongarse, ante el desbordamiento de la ola azul que se prevé y que provocará que todos los sinvergüenzas salgan del gobierno estatal.
“Caballo que alcanza gana”, dijo, y por eso pidió redoblar esfuerzos para hacer que las familias salgan a votar el 5 de junio, y no pierdan la oportunidad de tener al primer gobernador más comprometido en la generación de empleo para mejorar los ingresos en cada hogar, y que puedan llevar los padres y madres solteras, el sustento diario para el alimento de sus hijos.
A dos semanas de la elección, Martín Heredia afirmó que solamente existen dos opciones para el electorado, que se concretan en votar por la propuesta de un gobierno humano y que defienda los intereses de los sinaloenses, y la segunda opción que el candidato de Peña Nieto que ve al estado como un botín para repartirlo entre la camarilla de priistas que se han enriquecido con el erario público.
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