Por: Ignacio Acosta

Escribir estas letras sobre uno de los periodistas más destacados de Sinaloa, de México y conocido por sus obras a nivel internacional no es fácil. Es muy difícil, más cuando lo haces después de su muerte. Las debimos haber hecho antes, pero nos ganó la muerte y la cobardía de los asesinos.

Hablar de Javier Valdez Cárdenas, es hablar de periodismo puro, es hablar del maestro de la crónica, del maestro del reportaje, del reportero que siempre fue más allá. Nunca se quedó conforme en sus investigaciones. Fue pues, un periodista completo, si, de esos de a “garbanzo de a libra”, si, de esos que casi no hay.

Si bien es cierto que no basta con hacer marchas, gritar en palacio de gobierno o exigir justicia ante una indolente autoridad, si es importante manifestar nuestras ideas a través de lo que tanto le gustaba a Javier. Redactar y decir la verdad. Para el su vida era plasmar lo que pasaba en Sinaloa, en México y en el mundo de una manera transparente, fácil de leer. Cómo olvidar sus libros o sus crónicas en Río Doce, cómo olvidar sus palabras tan directas cuando se refería al narco y  sus traiciones. Se fue Javier, pero nos deja una gran herencia, sus escritos, sus conocimientos, sus reclamos, sus añoranzas. Eso se queda aquí y todos los que de alguna manera te conocimos. Sólo nos queda decirte hasta siempre Javier, sabemos que tu alma ya está en paz con Dios. Si, en ese lugar donde llegan los grandes como tú. A ese lugar donde sin duda debes estar escribiendo tu nuevo libro al lado de nuestros colegas Humberto Millán, Antonio Gamboa, Pablo Nájera, Aarón Flores Heredia, Veliz, Mirolava Branch, Gregorio Martínez y otros muchos que se nos adelantaron en el camino. Descansa en paz Javier. Descansa hermano…

Dedicada con mucho cariño para Javier Valdez y familia.

 

 

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