Por: Isidoro Valenzuela
No va a pasar de eso, de simples simulaciones del actual gobierno del estado, simples investigaciones superficiales para dar la apariencia de que están trabajando, al final de cuentas se crearán cortinas de humo para encubrir a la administración saliente que encabezó Mario López Valdez.
No se observan condiciones para que enjuicien y le hagan lo mismo que a otros ex gobernadores que incurrieron en desvíos de recursos y enriquecimiento inexplicable durante su administración de seis años, y que persigan a Malova, lo detengan y lo quieran encarcelar.
Los miles de millones de pesos que están sin justificar y el sobre endeudamiento que están saliendo a relucir hubiera provocado un gran escándalo y se le hubieran lanzado a la yugular más de un priista al ex gobernador Mario López Valdez, pero como accedió a tenderle el tapete rojo al mazatleco Quirino Ordaz Coppel por “órdenes superiores”, eso no pasa y no pasará.
Los medios informativos están siguiendo el juego al actual gobierno, aunque saben perfectamente que “la sangre no llegará al río”, pero que los sinaloenses necesitan un poco de circo, maroma y teatro para no pensar mucho en lo del “gasolinazo”, ni en las equivocaciones del gobierno federal, y de paso, de las acciones emprendidas por el gobierno de Estados Unidos, que preside Donald Trump.
Quien puede presionar por que se enjuicie al señor Malova es precisamente el gobernador en turno, sin embargo puede adelantarse que no hará nada y que solo quiere meterle miedo para que no ande por ahí queriendo causarle problemas.
Esa traición hacia el PAN y el PRD por parte de Mario López Valdez, para “negociar” en lo oscurito con la cúpula del PRI y del gobierno, tiene su precio, y lo va hacer valer el ex gobernador.
Quienes conocen de política saben perfectamente que no habrá ninguna acción contra Malova y su administración, y si hubiera por ahí alguna acción, sería solo con presión social, que no se ve por ningún lado.
Son miles de millones de pesos los que no se encuentran, pero si fueran menos, traerían a salto de mata a López Valdez si éste no hubiera accedido a negociar la entrega de la plaza política al candidato propuesto por el PRI, Quirino Ordaz.
Las negociaciones se hicieron a escondidas, pero en el escenario político actual nada queda a cubierto, y la sociedad no se deja fácilmente engañar.
Ahí luego se anunciarán acciones del actual gobierno para plantarle su sello personal y saltará Ordaz Coppel al escenario como un audaz rescatista de Sinaloa, pero sin tocar en nada a Malova y sus colaboradores.
Los miles de millones de pesos que pudieron haber servido para mejorar servicios públicos, para pavimentos de calles, para obras de buena calidad en los municipios, para rescate de la pobreza extrema de cientos de familias sinaloenses víctimas de malos administradores de recursos públicos, que se llenaron los bolsillos durante el anterior sexenio, pronto serán olvidados.
Los escándalos en Salud, en Educación y otras áreas de gobierno que involucra a los titulares del anterior gobierno, van a ser parte del pasado dentro de poco. Difícilmente se llevará a juicio a tales funcionarios, con todo y las evidencias de sus malas acciones.
En Sinaloa no hay suficiente presión social ni política para acabar con la corrupción en el gobierno.
El que termina su mandato se puede ir sin mayor problema, aun dejando tras sí una larga estela de abusos de poder, desvíos de recursos y evidencias de enriquecimiento, y el que llega se ve obligado a cubrirle las espaldas, porque espera el mismo trato cuando le toque entregar el poder en similares o peores condiciones.
Sinaloa y los sinaloenses tendrán que seguir esperando mejores tiempos, aunque me gustaría estar equivocado con mi percepción del gobierno que inicia Quirino Ordaz. El tiempo nos dará o negará la razón.
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