Por. Isidoro Valenzuela M.

El Partido Acción Nacional está listo para experimentar de nuevo con el PRD, e intentar una coalición con el PAS en los comicios locales del próximo 01 de julio. Y también abre sus puertas e integrar a esta coalición al llamado Movimiento Ciudadano.

Las coaliciones y alianzas entre partidos las empezó el PRI, y ahora se le están saliendo de control ¿será?, y se están unificando, pero en su contra los de la oposición.

La decisión que hizo pública el Consejo Estatal del PAN, como máximo órgano de decisión de este partido en Sinaloa, de ir en coalición total para los comicios locales a celebrarse el 1 de julio próximo, con el Partido Sinaloense, con el Partido de la Revolución Democrática y con Movimiento Ciudadano, nos deja varias interrogantes.

Primero: ¿Tendrán la capacidad y la tolerancia para repartirse sin pleitos irreconciliables las candidaturas a alcalde (18), y diputaciones locales (24), posiciones que estarán en juego en Sinaloa el primero de julio?.

Segundo: ¿El profe Héctor Melesio Cuen Ojeda ya olvidó la jugada que le hizo la dirigencia nacional del PAN, a cargo de Ricardo Anaya Cortés, que llegó a disolver al Consejo Directivo de este partido para impedir que se diera la alianza PAS y PAN para la candidatura al Gobierno del Estado en el pasado proceso?.

Ricardo Anaya Cortés le cerró el paso a las negociaciones que estaban muy avanzadas entre el PAS y el PAN Sinaloa; incluso estaban por resolver la candidatura a gobernador con posibilidades ciertas de ganarle al PRI esa y varias alcaldías y diputaciones locales, o al menos así parecía a los analistas de la política local.

¿Este tipo de alianzas adicionará algo de poder político al que ejerce actualmente el PAN y el PAS?.

¿Qué tanto les beneficia el PRD a esos dos partidos antes mencionados (PAN-PAS), cuando éste (PRD) está ya casi extinguido y apenas si figura en el escenario estatal tras el fallido experimento hecho con Mario López Valdez?.

¿El PAS o Héctor Melesio Cuen Ojeda, que es lo mismo, necesitarán coaligarse con el PAN para poder subsistir en la política, cuando ya demostró que tiene iniciativa, activismo y propuestas para crecer y venderse bien como producto en el mercado electoral sinaloense?.

¿A qué viene tantas preguntas?. Muy simple. Algo no encaja en todo este juego político y es menester contribuir o al menos tratar de desenredar la madeja, pues al asunto “no se le ve cacho ni molote”, como decía la abuela.
Ganar más alcaldías y más diputaciones los del PAS y los del PAN, lo dudo. No creo que sea ese interés lo que los lleve a soportarse, pues pueden conseguir posiciones con candidatos propios cada uno de ellos, y aliarse en el Congreso del Estado para servir de contrapeso al PRI, si ese fuera su deseo.

Hay mar de fondo en todo este asunto. Ni están en contra del PRI, ni les interesa arrebatarle el poder, más bien parece todo lo contrario. Hay negociaciones de muy alto nivel que los induce a entenderse, a masticarse, aunque no se traguen.

Ricardo Anaya Cortés cree que ya tiene al PAS a su favor, y con ello ve fortalecido su proyecto político de ganar la presidencia de México el 1 de julio.

Yo le diría al aspirante del PAN que primero tendrá que satisfacer el apetito de poder del dueño del PAS, cediéndole no dos ni tres candidaturas a alcaldes y dos o tres candidaturas a diputados locales, sino muchas más; incluso algunos cargos importantes en su gabinete de llegar a ser Presidente de México, para que pueda contar con un compromiso real del ex rector de la UAS, y con él la suma de votos a su favor.

Debe recordar que el voto cruzado existe y que Cuen sabe jugar este juego.

Ahora bien, si el interés es otro, el de allanarle el camino a otro candidato, al del PRI, José Antonio Meade, por ejemplo, el primero de julio próximo sabremos si les sale bien la jugada y si les valió la pena pasar por este trance. 

 

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