El día de hoy martes 5 de abril, algunos ciudadanos llamaron a la redacción del periódico El Comunicador para denunciar la existencia de un enorme enjambre de abejas sobre la calle Macario Gaxiola, entre la avenida Ignacio Zaragoza y Bulevar 16 de septiembre en Guasave.
Los denunciantes dijeron que marcaron primero al 911 en donde no les recibieron la llamada y posteriormente, marcaron el número de protección civil del ayuntamiento de donde tampoco obtuvieron respuesta porque no les contestaron la llamada.
Ante el desespero porque sobre esa banqueta caminan infinidad de personas que van al Imss, particularmente adultos mayores, los temerosos ciudadanos marcaron al celular directo del comunicador pidiendo el apoyo de la autoridad.
El Comunicador hizo enlace directo con el presidente municipal Martin Ahumada Quintero, quien de manera inmediata atendió la situación antes de que fuera una emergencia mayúscula y giró las instrucciones pertinentes para el caso.
Los elementos de Protección civil llegaron al punto donde se encontraba el enjambre y sin buscar una solución para recogerlas y trasladarlas a un lugar específico, llenaron cubetas de agua con jabón y simplemente mataron a la mayoría de los insectos.
Los civiles presentes reclamaron y reprocharon esa acción, y un elemento de protección civil los encaró y les reclamó con palabras altisonantes y enojado, que si por qué habían llamado al Comunicador y no ha ellos de manera directa.
Todavía en tono molesto el empleado del ayuntamiento les enseñaba el número que portaba en su playera (911) indicándoles que ahí es donde deberían haber marcado y no al Comunicador, contestando los ciudadanos que Protección Civil y ese número de emergencias no contestan y que afortunadamente, este periódico les ha ayudado mucho a solucionar diversos problemas en la sociedad.
La acción de los elementos de Protección Civil contrasta con las declaraciones vertidas en días pasados por el director de este instituto Ildefonso Castro Castro, pues mientras el pregona que las abejas son recogidas y llevadas a un lugar seguro, sus subordinados son asesinos de estos insectos a plena luz del día y sin consideración.
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