En la última tierra del norte de Sinaloa también resuena el nombre de Mario Zamora. Está en las bardas, por las calles de Choix, este municipio conocido como la tierra de Dios. Está en las pláticas, en las palabras de esta gente que por momentos reclama algo de olvido.
Hoy domingo, Choix tiene tres corazones. La campaña del próximo gobernador de Sinaloa palpita en tres sitios, con cinco colores, en plena cabecera municipal.
Las primeras palpitaciones toman forma en las instalaciones de la Asociación Ganadera de Choix. Ahí están tres colores: verde, blanco y rojo. Los priístas han salido a corear el nombre de su candidato. “¡Mario, Mario, Mario!”
Luego en el salón Mónaco aparece otro color, el amarillo. La gente del PRD también recibe a Mario Zamora con música y banderas. Los perredistas siguen sus sensaciones. Lo tienen claro para este 6 de junio frente a la urna: !¡Zamora, Zamora, Zamora!
En El Vado de Choix salta el otro color, el azul, que de igual forma va alineado al proyecto de Mario Zamora. Los panistas también ondean sus banderas y han impreso en cubrebocas la “M” de Mario.
Perredistas, panistas y priístas hablan de los problemas que les aqueja. La sequía, las complicaciones para sembrar, la sed del ganado, la minería que no despunta, la pesca ahogada en el atraso.
Giovani Berrelleza ha venido de El Mezquite Caído. Su pueblo está pegado a la presa Huites. Que faltan apoyos para las más de 200 familias que en su comunidad viven de la pesca, le dice a Mario Zamora.
La Huites, esa presa asentada en este municipio que de poco sirve a Choix. Porque hay una traba legal que prohíbe a los agricultores usarla para sus tierras, que siguen siendo de temporal, porque el agua se va a los valles de abajo y la sequía se queda aquí.
Mario Zamora escucha a Choix. Su inquietud, lo que quiere mejorar. Es el candidato de los tres partidos, de los cinco colores.
“Que la gente sepa que Choix existe”, dice Lolis Cota, la ganadera que ha dejado su empresa para emprender la búsqueda de la alcaldía por el Partido Acción Nacional.
Mario Zamora entiende lo planteado. Asume compromisos. “No les voy a prometer nada que no pueda cumplir. Tengan confianza. En seis años sabrán que valió la pena haber votado por Mario Zamora”, señala.
Es Choix, la última tierra, o la primera según se vea. Es esta tierra que tiene sed, que habla de una oportunidad para que Sinaloa sepa que existe.
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