El arqueólogo mexicano Rodrigo Vivero Miranda, quien actualmente cursa un doctorado en la Universidad de Oklahoma, llegó hoy a Guasave para recorrer el Ombligo o Sitio 117, en Chorohui, con el fin de evaluar una posible expedición arqueológica, 84 años después de las excavaciones del arqueólogo norteamericano Gordon F. Ekholm y de los estudios de John Carpenter en 1995.

Luis Donaldo del Ángel, coordinador de Proyectos, de la Dirección de Educación y Promoción Social y la promotora de lectura Karla Montiel recibieron al especialista primero en el Centro Cultural Guasave, en donde conoció la sala donde se tienen réplicas de las vasijas y de uno de los entierros, encontrados por Ekholm en 1938 y luego lo trasladaron al predio de Ramón Valdez Valdez, donde se encontró en esa época el cementerio prehispánico.

El arqueólogo fue acompañado por María de los Ángeles Heredia Zavala, quien tiene una destacada trayectoria en la arqueología, ex delegada del INAH en Sinaloa y actual regidora en Ahome, quien es el enlace que tiene con autoridades e investigadores locales.
El arqueólogo, egresado en la Escuela Nacional de Antropología e Historia en la Ciudad de México, es maestro por la Universidad de Oklahoma y proyecta realizar una tesis de doctorado sobre el Sitio 117, cuyos vestigios históricos como ollas, pipas, collares, ornamentos, máscaras y urnas funerarias posicionaron a Guasave como la nueva frontera norte de Mesoamérica.

Vivero Miranda, señaló que si bien los estudios de Ekholm brindaron una imagen general del sitio y de la interacción a gran escala con otras regiones culturales como el suroeste de Estados Unidos y centro y occidente de México, se desconocen cómo vivían estos pueblos, que organización social, política y económica tenía, cuál era su alimentación, pues lo que se sabe es sobre el sistema de entierro y alfarería, pero la gente vivía en otra zona, por lo que la idea es explorar otros sitios.
Precisó que primero hará una evaluación sobre el potencial del sitio, para iniciar en un plazo de un año y medio a dos años la exploración, ya con el permiso del Instituto Nacional de Historia y Antropología, proyecto en la que se daría empleo temporal para las excavaciones.

Destacó que además del conocimiento científico, esta zona tiene un valor cultural e histórico muy importante, que genera pertenencia e identidad para los pueblos. En este sentido precisó que las piezas y objetos no saldrán del país, como sucedió en 1938, cuando este patrimonio fue trasladado al Museo Americano de Historia Natural de Nueva York.

Hoy dialogó con Heladio Valdez Ley, uno de los actuales propietarios y con el comisario de San Pedro Las Arguenas, Jacinto Acosta, para solicitar la colaboración de los habitantes de esta zona, incluidos Jesús María y Chorohui, para documentar o fotografiar vestigios que hayan encontrado de piezas, utensilios u otros objetos prehispánicos. 

 

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