Por: Karina Vallejo

¿QUIEN ES DIGNORA VALDEZ?

Es una joven mujer que ingresó hace 16 años a la corporación de la policía preventiva de Ahome, con el firme compromiso de dar lo mejor de si misma para, con base en su esfuerzo y resultados lograr crecer dentro de esta institución. Ella estudió la licenciatura en Ciencias Políticas y actualmente cursa la carrera de Derecho, en la UAS. Lo hace porque siente la necesidad de prepararse más, no sólo para ella misma, sino también para poder ayudar a otras que como ella, enfrentan situaciones dificiles derivadas de su condición de mujer frente al sistema patriarcal y machista que aún pervive en la sociedad y de manera muy particular en los ambientes de los cuerpos policiacos.

Dignora, – lo dijo bien un buen amigo- se ha convertido en una piedra en el zapato para sus autoridades, porque no se queda callada y eso molesta, eso cala.

En enero pasado, denunció el acoso sexual y laboral que viven muchas de sus compañeras, por parte de hombres de rango superior en la corporación, lo que no es un hecho aislado porque anteriormente ha alzado la voz en contra de las desigualdades e injusticias que ella percibe y vive, lo mismo que otras policias, pero que no se atreven a decirlo abiertamente por temor a posibles represalias.

Pues bien, la semana pasada, Dignora Valdez fue dada de baja en la corporación con fundamento en un dictamen de la comisión de honor y justicia de la Institución para la cual labora desde hace 16 años, por supuestos hechos de agresión verbal, – decir un par de palabras altisonantes-, vocabulario florido, que, dicho sea de paso, es muy común entre policias.

Ante los hechos que anteceden la baja, y la forma en que se hizo, no es dificil sospechar que se trata de un acto de violenta represión hacia Dignora. Podría haber cabido la posibilidad de una amonestación, de una aclaración por parte de la indiciada, pero no, fue un juicio sumario, en donde extrañamente la Comisión de Honor y Justicia, actuó de manera rápida y expedita, no siendo este el denominador común tratándose de otras denuncias como las de acoso sexual y laboral presentadas por la hoy ex oficial de policia Dignora Valdez.

Tengo el gusto de conocer a Dignora, percibo en ella la pasión que caracteriza a las personas que con arrojo y – ¿porqué no decirlo? – con una dosis de ingenuidad y romanticismo buscan mejorar este mundo y esto es precisamente el motivo por lo que le aprecio y le admiro.

Dignora está sufriendo, pese a la gran cantidad de apoyo moral que ha recibido, padece la incertidumbre de no saber que va a pasar con ella.
Teme por su integridad y la de sus hijos. Sabe bien lo que enfrenta. Ella ha estado ahí en las entrañas del monstruo.

No obstante hay algo que la hace levantar la cabeza y mirar de frente: en 16 años su expediente nunca fue manchado por actos de corrupción, antes bien, su conducta y trabajo han contribuido a dignificar la labor policiaca, cumpliendo con ello el compromiso que hizo consigo misma desde que portó por primera vez su uniforme.

Yo confío – mas bien lo deseo vehementemente- que se haga justicia, que su recurso de revisión sea valorado y se reconozca la excesiva severidad con la que se le ha sancionado y por tanto se de un nuevo fallo que reivindique los derechos de Dignora Valdez. Su derecho al trabajo, su derecho a recibir-en caso de merecerla- una sanción equitativa y justa por lo que se le acusa, su derecho a desarrollarse en la profesión que ama, su derecho a vivir sin miedo.

#DignoraNoEstasSola Aquí estamos tus amigas apoyandote con sororidad, afecto y amplio reconocimiento.
#Redigualdadsustantiva 

 

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