La ciudad de Guasave está siendo deforestada por particulares a la vista de todos y ante la complacencia de la Dirección municipal de Ecología, pues su titular recientemente abandonó su cargo para ir en busca de una regiduría, utilizando su ex responsabilidad como trampolín político pero dejando de lado el ecocidio contra la naturaleza.

Empresas establecidas en Guasave pero que son cadenas nacionales, bajo el argumento de la poda, trozan hasta de raíz los árboles sin que nadie, absolutamente nadie les diga nada.

Actualmente la empresa vendedora de materiales para la construcción ubicada por Norzagaray y doctor de la torre, ha implementado una troza de árboles, siendo observados de frente por el personal de la Dirección de ecología que se encuentra en la plaza Nio, pero obvio, desde adentro del cristal nadie mira o se hacen los omisos.

El concepto de ecocidio no es nuevo, pero desde 2021 tiene una definición jurídica. En concreto, “cualquier acto ilícito o arbitrario perpetrado a sabiendas de que existen grandes probabilidades de que cause daños graves, extensos o duraderos al medio ambiente”.

Siendo una acción jurídica, con multas y otras reprensiones, Ecología no ha querido aplicar el reglamento para evitar la deforestación de la ciudad, en contra parte, si autoriza la tala abusiva bajo argumentos absurdos, como pretendió hacerlo junto con la dirección de la secundaria  ETI 28, que pretendían juntos desaparecer esa arboleda ubicada por la calle Francisco González Bocanegra, pero que si lograron su cometido adentro de la institución educativa donde cometieron tremendo ecocidio al tumbar decenas de árboles frondosos convirtiendo el traspatio en zona desértica.

Zulma Karina Gámez, la ex titular de ecología, siempre estuvo de membrete en ese escritorio, pues durante su administración se talaron cientos de árboles y las banquetas de la ciudad hoy se miran desoladas, argumentos siempre los tuvo la autoridad para apoyar a los ecocidas.

Ecología nunca ha estado en contra de la tala inmoderada y mucho menos ha salido en defensa de la naturaleza, pues existe un reglamento y ciertas restricciones para podar un árbol o en su defecto para tumbarlo, pero ellos autorizan a diestra y siniestra el ataque contra el medio ambiente.

Es evidente la falta de empatía por parte de la autoridad protectora del medio ambiente, pues como defensora de la naturaleza ha quedado mucho a deber, la Dirección de ecología en Guasave, es más bien la verdugo de los árboles y de seguir tan inservible, antes de que culmine esta administración, dejaran la ciudad convertida en un desierto.

Por lo visto, ni la directora que se fue ni Lizbeth Araceli Acosta Sánchez, quien se quedó al frente de Ecología Municipal cumplen su verdadera función, pues por la misma avenida Norzagaray donde tienen instalada su oficina particulares están tumbado árboles y sobre la calle Blas Valenzuela al llegar a la avenida Guillermo Nelson, ya tiene varios días un árbol que tumbaron particulares y sobre la banqueta, le pusieron fuego a la raíz para borrarlo de la faz de la tierra. 

 

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