Con la llegada de las altas temperaturas inicia todo un viacrucis para quienes utilizan el transporte público foráneo diariamente, pues usuarios se quejan de malas condiciones de las unidades y de su refrigeración obsoleta.
A pesar de que son pocas las unidades que circulan hacia las diferentes comunidades, los propietarios no se preocupan por darle una manita de gato.
Los concesionarios prestan el servicio al usuarios mismo que al no tener otro medio de transporte, tienen que utilizar estos camiones viejos en donde ni siquiera las ventanas se pueden abrir para que les entre una poca de ventilación, pues en su mayoría, están selladas o con un candado de seguridad.
Los usuarios exigen mejorar la calidad del servicio y aumentar el número de unidades que circulan en ruta, aún cuando esto conlleve a elevar la tarifa.
Y por si fueran poco las malas condiciones del transporte, se le suma la falta empatía de algunos choferes, ya que durante las horas pico saturan la unidad y obligan al usuario a viajar de pie sufriendo más las inclemencias del intenso calor, además convirtiendo el camión en un horno en movimiento.
Fotografía de carácter ilustrativo
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