Por: Rosario Antonio Ramírez

«Voy a decir verdades amargas; pero nada expresaré a usted que no sea cierto, justo y honradamente dicho.» Emiliano Zapata

En México existen partidos políticos sin el más mínimo interés de ganar una posición en los gobiernos, matemáticamente hablando no les interesan los votos, los números ni los porcentajes en las elecciones, pero sí tienen un interés mayúsculo en las cuotas económicas de representación y cargos en la estructura gubernamental para sus cuates y compas.

Bajo esa tesitura andan varios partidos y sus candidatos, en las últimas elecciones electorales algunos institutos políticos han jugado no con los malos, sino con sus peores elementos, porque la consignan que llevan es perder, porque ambos saben que perdiendo ganan en una elección.

Partidos como el PES, Verde Ecologista y PT, han sido barridos consecutivamente en cada comicio en todo México y el Encuentro Solidario, en cada proceso pierde su registro, pero en cada nueva elección renace como el ave fénix y sigue sobreviviendo de las prerrogativas.

La realidad que estamos viviendo actualmente ya alcanzó a los candidatos, varios de ellos con una cola de tamaño kilométrica volverán a quedar en el camino que lleva al dos de junio, pero como no tienen vergüenza y solamente se han prestado a ser comparsas de los grandes partidos que mandan en el país, después de la elección buscarán justificar su derrota y terminarán perdiendo, si es que todavía les queda, a su reducido grupo de seguidores.

Cuando un partido pierde, no pierde ni un solo centavo, los millones de pesos que le son otorgados para la campaña electoral lo gastan hasta el último quinto, para eso tienen empresas factureras y amigos empresarios que coadyuvan a cometer el crimen perfecto en finanzas.

El más raspado es siempre el candidato, a él se le acusa de robarse el dinero de la campaña, de quedarse con los apoyos para los arreadores y la gasolina entre muchas cosas más, al partido después del proceso no le interesa nada.

Los dueños de los partidos políticos viven como reyes pegados al presidente nacional en turno, desde allá hacen los amarres y en provincia sus candidatos se andan matando hasta entre ellos mismos.

Tal como sucede en Guasave, donde tienen al pueblo polarizado, los mismos partidos han colocado sus propios candidatos dividiendo a familias completas y “coincidentemente”, todos ellos traen como candidata común a la presidencia de la República a la candidata de Morena.

¿Cómo justificarán su derrota? Algunos y algunas van a desacreditar el proceso, otros van a señalar mano negra, intervención de grupos fácticos, culparán al abstencionismo, pero jamás van a reconocer que fueron peones sacrificables en un ajedrez político.

Después del dos de junio varios chillarán por la derrota pero otros escucharán el sonido del dinero cayendo en la caja registradora, así es esto, cada tres años en los municipios y cada seis años en las gubernaturas así como en la presidencia de la República la historia se repite, los partidos seguirán mandando al frente candidatos, unos buenos, otros regulares y unos peores, pero aquí si, el fin si justifica los medios.

“La progresiva degeneración de la especie humana se percibe claramente en que cada vez nos engañan personas con menos talento”: -Charles Darwin-

 

 

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