Por. Iv Morales
¿Dónde está la oposición en Sinaloa?. Dónde el panismo?. Dónde el priismo? Dónde el perredismo? No se ven por ningún lado.
Solo voces aisladas y apenas audibles, como si el orgullo que lucían y presumían por su afiliación partidista se hubiera convertido en vergüenza. Hay prianredistas, sí, pero no dan la cara.
Están ya muy próximas las elecciones de alcaldes, diputados, regidores, etcétera, y no se ve la euforia del pasado al interior del PRI, del PAN y del PRD.
En elecciones anteriores era una fiesta grande. La euforia no se podía ocultar. Las oficinas de los partidos mencionados estaban atestadas de aspirantes a las diferentes posiciones.
Había disputa por las candidaturas. Amenazas por aquí y por allá de renuncias a los tres partidos si no se les daba su tajada del pastel que se repartía cada tres años, cada cuatro años o cada seis años.
¿A qué le estarán apostando el PRIANRD en Sinaloa? Al voto duro, que seguramente ya no es el mismo al de hace 10 años.
Lo cierto es que priistas, panistas y perredistas destacados más que permanecer en sus trincheras, están buscando acomodarse en Morena, PT o Partido Verde.
Panistas y priistas públicamente han manifestado su deseo de ya no pertenecer ni al PRI, ni al PAN, ni al PRD, y han buscado el contacto con lideres de Morena para integrarse a las filas del partido en el poder.
Es la llamada cargada que antes favorecía principalmente al PRI en todo el país cuando este instituto quitaba y ponía gobernantes y era una garantía de triunfo en las elecciones locales, estatales y federales. Era el que repartía el queso, pues.
Panistas de hueso colorado no saben cómo justificar las condiciones actuales de su partido.
No acaban de entender que sucedió para que el PAN cayera en los brazos del PRI y ahí se adormeciera.
Les pasó de noche el hundimiento de su partido y de toda la oposición.
Como futuro ven simplemente que lo que antes obtenía en las urnas el PAN, ahora apenas si sumarán los votos de los tres partidos opositores al gobierno que antes se tiraban hasta con la cubeta en cada campaña.
Hay tal confusión que en momentos se les sale comentarios de repudio hacia el PRI y hacia el PRD, ahora sus aliados.
Pero los confundidos no solo son los panistas sinaloenses, sino que, a los mismos candidatos, incluyendo a Xóchitl Gálvez, la pre candidata presidencial, les pasa.
El voto duro, que ya debe estar muy reducido en Sinaloa, muy probablemente no le alcance al PRD para conservar su registro nacional; lo mismo puede pasarle al PRI.
Por el lado del PAN le podría favorecer que la figura presidencial pertenezca a este partido para obtener los votos necesarios para conservar su franquicia y seguir jugando a la política en futuras elecciones.
A como están las cosas, quizá estamos en la antesala de la peor debacle de la oposición en la historia política de nuestro país.
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