A pesar de que la ciudadanía tiene conocimiento de que el reglamento de policía y buen gobierno prohíbe consumir bebidas alcohólicas en el malecón María del Rosario Espinoza, este lugar se ha convertido en una megacantina ante la complacencia de la propia autoridad.

Personas de todas las edades y de todos los géneros, durante el fin de semana se reúnen a convivir en ambas márgenes del Río Sinaloa, provocando a veces zafarranchos y hasta accidentes debido al alto consumo de alcohol.

Es común observar en las orillas del viejo Petatlán gran cantidad de envases y latas vacías regadas, son tantas que la Dirección General de Ecología y Sustentabilidad Ambiental de Guasave junto con alumnos de algunas instituciones ha tenido que emprender trabajos de recolección de botellas en ambas márgenes del Río.

Es lamentable que a pesar de que en este lugar se encuentran lonas y letreros tratando de inhibir el consumo de bebidas embriagantes, todo es letra muerta y la actuación policiaca es fría y condescendiente.

La actuación de ambas partes, consumidores y autoridad, será el cuento de nunca acabar, pues mientras los primeros sigan actuando con plena libertad, el gobierno seguirá recogiendo los desechos.

Es necesario que la autoridad tome cartas en el asunto para solucionar este problema o de lo contrario, que modifique el reglamento para que permita el consumo de bebidas embriagantes como lo hacen en la mayoría de los malecones que son lugar de esparcimiento y diversión, solamente manteniendo el orden y una vigilancia permanente.

 

 

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