Por: Alfredo Ayala.

El alcalde de AHOME Gerardo Vargas Landeros tomó medidas drásticas contra los deudores de la Japama, la empresa encargada del suministro de agua potable en la localidad.

Esta decisión ha generado un gran malestar entre la población, ya que muchos consideran que se trata de una medida abusiva y coercitiva por parte de las autoridades.

Además, se ha denunciado que estas acciones son una clara estrategia para incrementar los ingresos de la paramunicipal, sin importar las consecuencias para los ciudadanos.

Es evidente que tanto el alcalde Gerardo Vargas Landeros como el gerente Bernardo Cárdenas están utilizando su posición de poder para presionar injustamente a los usuarios de la Japama.

Es fundamental que los colectivos civiles y defensores de las injusticias tomen medidas para frenar estas prácticas abusivas y respeten los derechos de los ciudadanos.

De manera abusiva, ambos personajes, que por cierto son repudiados socialmente, se aliaron para afectar y perjudicar aún más a los usuarios que apenas pueden cubrir las elevadas tarifas y facturas que reciben mensualmente en sus recibos.

Resulta que durante los últimos días se han visto unidades de una empresa particular realizando cortes y reconexiones a usuarios de la Japama en diversos puntos de la ciudad de Los Mochis. Todo parece indicar que la paramunicipal contrató los servicios de personal externo para presionar y hostigar a los usuarios deudores.

Además, también aprovechan el negocio lucrativo de los nuevos medidores. Gerardo Vargas Landeros y Bernardo Cárdenas no tienen límites en sus ambiciones para obtener más recursos para sus propios bolsillos.

Según el presidente de Vigilantes Ciudadanos, Guillermo Padilla Montiel, el responsable de este lucrativo negocio es el alcalde Gerardo Vargas Landeros, y el gerente de la Japama, Bernardo Cárdenas, es una persona muy arrogante y soberbia, según afirmó el representante de esta organización social.

El alcalde es alguien que carece de empatía hacia los demás, ya que sus ambiciones personales, económicas y políticas superan sus sentimientos. 

 

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