Los Mochis, Sinaloa.- Para Diana Sofía Luna Figueroa, una de sus frases favoritas es: “todo sacrificio tiene una recompensa”.

Es por ello que desde hace años trabaja incansablemente para lograr su gran sueño de participar en unos Juegos Olímpicos.

“Es mi gran ilusión, por lo que trabajo todos los días”, dice la adolescente durante una pausa en sus entrenamientos en la escuela de gimnasia ubicada en la Ciudad Deportiva Centenario.

Dejando a un lado las distracciones de la juventud actual, Diana Luna se enfoca a una extenuante rutina de prácticas de seis horas diarias, tres durante la mañana y tres en la tarde-noche, en busca de alcanzar el sueño olímpico.

“Nada es imposible en la vida si en realidad nos lo proponemos y nos esforzamos”, reflexiona la gimnasta de 14 años que cursa el tercer grado en la Escuela Secundaria Zacarías Ochoa del ejido Benito Juárez.

SUS INICIOS

La ganadora del galardón Lore da la Vega se enamoró de la demandante disciplina desde los ocho años de edad, cuando fue llevada a la escuela por su hermana Kenia Mariela, quien también practicó este deporte en Nogales, Sonora.

“Me llevaron a la escuela de gimnasia cuando estaba allá (en el Polideportivo Centenario) porque era muy inquieta”, dice entre risas la atleta, quien es hija de Sergio Luna Apodaca y Dulce Eneyda Figueroa Báez.

Sin embargo, sus primeros años de práctica no fueron bajo las mejores condiciones.

“Se batallaba por todo porque no teníamos aparatos, todo se hacía improvisado”, asegura.

A los diez años empezó a participar en eventos locales hasta lograr el fogueo necesario que un año más tarde la llevó a competiciones de mayor nivel, como estatales en siete ocasiones, tres regionales y dos nacionales de Olimpiada, incluso unos Juegos Panamericanos en Cali, Colombia, donde se colgó la medalla de plata.

“Ir a unos Juegos Panamericanos fue algo muy bonito, me sirvió mucho como gimnasta y como persona, por eso quiero darle las gracias al Instituto Municipal del Deporte por apoyarme en este viaje”, señaló.

Diana tiene una admiración muy especial por su entrenadora Ana Coello, quien la ha llevado de la mano a triunfar hasta este nivel.

“Ana es alguien muy especial en mi vida, ha sabido llevarme en mi carrera”, dice la atleta, quien tiene como modelo a seguir a la gimnasta norteamericana Simone Biles.

“Como atleta, como persona, como hija, Diana ha crecido mucho en todos los sentidos en los últimos años”, dijo Coello. “Tiene un enorme potencial que no sabemos hasta donde la pueda llevar, sólo necesita tener los medios para que desarrolle”.

Es precisamente el apoyo lo que, en opinión de Coello, requiere Diana para alcanzar su sueño de llegar a unos Juegos Olímpicos.

“Para lograr una meta tan grande hacen falta muchas cosas, primero que nada, equipamiento en el gimnasio porque tenemos muchas limitantes, y posteriormente empezar a salir a competencias fuera del país. Hay que apoyarla porque su familia no cuenta con recursos económicos”.

El año pasado, Diana fue la gimnasta número 14 del país, lo que es un récord para Sinaloa, y en este 2019 la meta es escalar unos cinco peldaños para acercarse a una posible clasificación olímpica.

PREPARACIÓN

Diana, cuyas especialidades son piso y viga de equilibrio, entrena por las mañanas de las 7:30 a las 10:30 horas en calentamiento, flexibilidad, físico y entrenamiento en dos aparatos, mientras que por la tarde regresa de las 18:00 a las 21:00 horas con calentamiento, patadas, físico, trabajo en dos aparatos y concluye con físico nuevamente.

Aunque tiene sus objetivos muy claros, Diana sabe que el camino es muy complicado.

“No pienso en otra cosa más que en los Juegos Olímpicos, aunque sé que no es fácil llegar porque en México hay niñas con mayor edad y experiencia en competencias internacionales”, reconoce.

Los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 parece, entonces, una meta improbable, por lo que habría que pensar en París 2024, donde Ahome podría aparecer en el panorama olímpico.

Diana Luna recibirá la medalla Lore de la Vega en un evento que tendrá lugar este viernes 15 de marzo en el cabildo ahomense, a partir de las 11:00 horas. 

 

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