Por: Isidoro Valenzuela

 Todo parece indicar el barco de Andrés Manuel López Obrador lleva viento favorable, y hasta pudiera anticiparse que difícilmente habría cambios que lo pudieran hacer zozobrar.

Por el lado del líder de Morena se observa una mayor disposición a escuchar y aceptar negociaciones con grupos que antaño le eran no solo indiferentes, sino le generaban rechazos, y les restregaba en su cara el por qué no eran bienvenidos a su proyecto de gobierno.

Quienes hemos tenido la oportunidad de seguir de cerca las posturas del tabasqueño, y que incluso llegamos a considerar una exageración su repudio a ciertas figuras con gran influencia en la política, hoy vemos como López Obrador le baja una rayita y accede a negociar la posibilidad de integrar a muchos de sus ex enemigos a quienes él ha calificado como “la mafia del poder en México”.

¿Que cómo le hizo el salinista creador de las tiendas Oxxo en México Alfonso Romo, primero para acercarse a López Obrador, y segundo convencerlo de que está a su favor para la disputa de la Presidencia de la República en 2018?, muy pocos deben saberlo.

¿Será acaso que ya estaba cansado Andrés Manuel de tantos y tantos rechazos que lo llevaron a perder las dos elecciones anteriores donde disputó la Presidencia de México, o simplemente entendió que si continuaba en la misma postura jamás lograría asumir este cargo?.

Está claro que Alfonso Romo es una de las figuras del sector empresarial con peso político, no por nada lo atrajo Carlos Salinas de Gortari y el PRI para que jugara a favor de sus intereses, con muy buenos resultados.

Ahora del lado del presidente de Morena, Romo Garza está demostrando que puede ser factor de decisión y de triunfo también para la oposición, al impulsar las aspiraciones presidenciales de Andrés Manuel López Obrador.

Previo a las elecciones se está adelantando el señor Romo Garza y está penetrando en el ánimo de ciertas figuras políticas con influencia tanto del PRI, como del PRD, fortaleciendo las posibilidades de triunfo del ex Jefe de Gobierno de la Ciudad de México.

Está claro que por lo pronto está jugando solo en la cancha, pues ni el PRI ni el PAN definen sus candidatos, lo que impide hacer mediciones claras de lo por venir.

Romo Garza se está adelantando a los tiempos y aprovecha las confrontaciones internas del PRI, PRD y del PAN para ir socavando sus estructuras y de paso fortalecer a Morena.

La confrontación interna entre la Presidenta del PRD, Alejandra Barrales, y senadores de su partido, encabezados por Miguel Barboza, donde fue evidente el mal manejo de parte de la dirigencia del Sol Azteca, pues no pudo evitar que afianzaran la alianza con López Obrador, indirectamente la está provocando el señor Romo, al darle más certeza a las posibilidades de triunfo de López Obrador.

Más de uno de los políticos encumbrados y con influencia al interior de organizaciones están observando a los aspirantes que se mencionan para la grande y compara sus posibilidades, y llegado el momento decidirán por donde apostar y con quien jugársela.

Los del PRD y del sector empresarial mexicano se están yendo a la cargada con López Obrador y su proyecto de gobierno.

Muchos preferirán unírsele y de esa manera evitar que el tabasqueño cumpla en ellos sus amenazas de actuar contra quienes él considera enemigos de México.

Todo apunta a que López Obrador ganaría las elecciones este 2018 si las cosas continúan como hasta el momento.

Se espera que más figuras políticas decidan y manifiesten su adhesión hacia Morena y López Obrador.

Estamos quizá ante un escenario sin igual donde un aspirante puede hacer efectivo ese dicho de “la tercera es la vencida”.

 

 

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